Projecte "Arrela't a la música"
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“Si pudiera olvidar todo aquello que fui, si pudiera borrar todo lo que yo vi, no dudaría, no dudaría en volver a reír…". Las letras y las notas de Antonio Flores, de Diego Torres o de Dúo dinámico han unido a profesores y a personas sin techo de la Arrels Sant Ignasi, en tratamiento de desintoxicación o en procesos de reinserción. Todos ellos participan en el proyecto ‘Arrela't a la música’ con alumnas de Educación Infantil y Primaria de la Universitat de Lleida.
Un moment del concert. Foto: La Vanguardia (R.M.)
“Ha sido algo muy fuerte, ves gente que en principio no tiene nada que ver contigo, ni con tus vivencias, y ojalá que no las tengan nunca, que te tratan como a un igual. Te tratan como como una persona normal y corriente y eso parece que no, pero te hace sentir muy bien”, cuenta Felipe, uno de los usuarios de Arrells que, de febrero a junio, cada semana ha ido al centro de la asociación. Allí han ensayado y preparado un concierto en junio en la Academia Mariana de Lleida al que asistieron cien personas.
La violinista y profesora de la UdL Lana Kovacevic es la directora del proyecto que ha nacido con la voluntad de que tenga continuidad. El objetivo, cuenta, es disfrutar de la música, compartirla y, sobre todo, realizar una transferencia de valores que la música nos puede ofrecer.
A Lana Kovacevic, que ha trabajado en varias propuestas relacionadas con la música y la transformación social, el tema de su tesis le ha aportado, dice, “muchos valores educativos como el respeto, la tolerancia o la paz, la música nos puede transmitir valores como la comprensión”.
Lana Kovacevic assajant amb els usuaris d'Arrels i estudiants de la UdL
Para las estudiantes ha sido una gran experiencia. “Arrela't a la música ha dejado una hermosa huella en mí haciendo de la música y de la inclusión social una pareja inseparable de la que estoy eternamente agradecida”, afirma Anael Girón.
“Para mi ha sido muy enriquecedor, nos ha facilitado la conexión entre personas a través de la música", agrega su compañera Clàudia Bergés.
También ha sido enriquecedor para Helena Salazar. “He tenido la oportunidad de juntarme con personas distintas a mí, en condiciones de vida y a pesar de nuestras diferencias formar lazos y tener hasta amistades. Me lo he pasado genial. Ha estado realmente bien. Me encanta la música y me he podido reír muchísimo con la gente”.
“Gracias a este proyecto de transformación social he podido retomar el contacto con la música, una de mis pasiones, de una manera diferente y peculiar que ha resultado muy bonita”, dice otra de las estudiantes, Àngela Ming. “También me ha aportado una perspectiva más humanizada de la diversidad que nos rodea en estos momentos, gracias a la cuál he podido crecer social y personalmente, ja que ha podido romper con los estereotipos impuestos por la sociedad relativos al colectivo con el que hemos compartido esta aventura musical", añade.
Rosa majoral i Antoni Tolmos. Foto: La Vanguardia (R.M.)
Y en la misma línea, Mireia Chimenos: “He estudiado música muchos años y hasta que no me he involucrado en este proyecto no me he llevado una nueva visión, transformándose para mí en un idioma universal que nos acerca a todos y a todas, eludiendo cualquier diferencia y uniéndonos en un mismo fin: disfrutar tanto de la experiencia como del proceso de aprendizaje.
Rosa Majoral, directora de Arrels Sant Ignasi, recuerda que todo empezó tomando un café con Toni Tolmos, que ya había colaborado con Arrels en su época de A4mans de Tv3 o de manera telemática durante la pandemia de Covid, la idea era contar con un voluntariado de estudiantes en los que no fueran los créditos la única motivación. Ella siempre ha creído importante incluir la música y otras actividades para motivar a los usuarios de la entidad.
Antoni Tolmos, profesor, pianista, compositor y coach especializado en rendimiento escénico propuso una actividad grupal contando con Lana por su experiencia en música e integración social. Siente gratitud por haber podio participar. “Saber que ha ayudado a que alguien se sienta mejor, me enriquece, intentaremos repetir la experiencia en febrero”, avanza Tolmos.
Texte, imatges i notícia original: La Vanguardia